viernes, 7 de febrero de 2014

Revolución Industrial


RESUMEN DEL TEMA: LA INDUSTRIALIZACIÓN
                Entendemos la Revolución Industrial como un conjunto de cambios económicos y tecnológicos que, interrelacionados, dieron origen a una profunda transformación social. El término se acuño en el s.XIX aunque actualmente se prefiere hablar de “Industrialización”, ya que el empleo de la palabra “Revolución” hace referencia a un proceso repentino y poco dilatado en el tiempo cuando en realidad, la industrialización fue bastante más lenta de lo que se pensaba en un primer momento.
La Industrialización se articula en dos fases, una desde 1750 hasta 1870 y que está caracterizada por el empleo del vapor y el carbón, y una a partir de 1870 en la que la electricidad y el petróleo tomaron el relevo a las anteriores.
La Revolución Industrial se focaliza en un primer momento en Gran Bretaña (no de manera uniforme) y fue posible debido a dos procesos que venían aconteciendo desde mediados del XVIII, las llamadas Revolución Demográfica y Revolución Agraria.
La revolución demográfica está caracterizada por un aumento poblacional. No tanto por un aumento de la natalidad, si no por un descenso en la mortalidad, sobre todo de la infantil; así supuso un crecimiento sostenido de la población, posible gracias a tres factores aunque con mayor incidencia del primero: una mejora en la alimentación (no tanto en la calidad como en la cantidad) una mejor higiene y avances en la medicina (aunque como se apunta anteriormente estos dos últimos factores contribuyeron en menor medida).
El aumento en la población originó una mayor demanda de productos agrícolas, lo que llevó a estimular la productividad y aumentar la producción en un proceso conocido como Revolución agraria. Estos cambios en la manera de trabajar la tierra y en los procesos de producción se deben a tres factores:
Las leyes de cercamiento: a fin de rentabilizar la producción se establecieron nuevas leyes sobre la parcelación de la tierra permitiendo a los dueños (en la mayor parte de los casos pertenecientes a la nobleza) vallar sus tierras, pero también les permitía adueñarse de lo que hasta entonces habían sido tierras comunales y expulsar al campesinado. Ello originó un éxodo rural hacia las ciudades de campesinos que, habiendo perdido su principal fuente de sustento, marchaban a la ciudad a trabajar en la primitiva industria que se estaba gestando.
Maquinaria:  comienza a trabajarse la tierra con sembradoras mecánicas. En este momento son aún máquinas algo rudimentarias, accionadas por tracción humana o animal pero que permitieron reducir el tiempo en que se sembraba cada parcela.
Sistema Norfolk de sembrado: Se pasó del sistema tradicional de barbecho al sistema Norfolk, que, en lugar de dejar la tierra que ya había sido sembrada en barbecho proponía plantar hierba, como los tréboles, que pudiese ser consumida por el ganado. Así se regeneraba el terreno y se podía incrementar la producción ganadera.
La innovación tecnología es el elemento clave de las transformaciones ocurridas durante la Revolución Industrial. Las máquinas fueron paulatinamente sustituyendo el trabajo manual, reduciendo los tiempos de producción y los costes. Una de las primeras innovaciones más importantes a este respecto fueron las mejoras introducidas por James Watt en la máquina de vapor, que a partir de 1769 será incorporada a la industria textil y siderúrgica, provocando el primer gran cambio en la industria: el paso del sistema artesanal al sistema fabril de producción.  La industria textil será la primera en adoptar la máquina de vapor para su producción con la invención de la Lanzadera volante, a la que siguieron otras máquinas que estimulaban la producción de hilo. Hay que mencionar también que debido al auge de la industria textil por estas innovaciones, el gobierno de Gran Bretaña prohibió la importación de hilo a fin de favorecer la producción algodonera del país.
La siderurgia será la segunda industria en desarrollarse a la luz de la máquina de vapor. Junto con esta, es especialmente importante la invención  del carbón de coque, de alta potencia calorífica y del transformador de Bessener. Además, el auge de otras industrias como la agraria o la del transporte con el ferrocarril, aumentará la demanda de derivados siderúrgicos, lo que dará un impulso capital a esta industria.
Además, con la máquina de vapor se produce un importante avance en materia de transportes. El ferrocarril, que sus inicios sólo se empleaba para el transporte del carbón en las minas se verá favorecido con dos nuevos inventos que lo convertirán, ya en el siglo XIX en el principal medio de transporte, tanto de mercancías como de pasajeros. Estos son los railes con pestaña de hierro, que evitaban los descarrilamientos y la locomotora de Stephenson.  Con ellos nace en 1830 la primera línea de viajeros entre Manchester y Liverpool, extendiéndose posteriormente a todo el continente. Estas mejoras se aplicaron también al transporte fluvial y marítimo, aumentando así el comercio interior y exterior. Todos estos cambios juntos favorecieron un cambio hacia la economía de mercado, en la que ya no sólo se produce para el autoabastecimiento si no pensando en la compra venta con otros mercados cada vez más amplios. En este contexto comienzan a surgir posturas económicas entrelazadas: el proteccionismo, por el que optaron los países que poseían un menor índice de industrialización y el libercambio basado en la libertad de comercio entre países y la supresión de aranceles para favorecer la economía.
Finalmente, será el capitalismo , sistema económico basado en el liberalismo el que termine imponiéndose como modelo. Uno de los pensadores fundamentales del liberalismo es Adam Smith, que en su obra “lLa riqueza de las Naciones” establecerá cuatro puntos capitales  sobre los que se asentará el capitalismo industrial:
- El interés personal y la búsqueda del máximo beneficio son los motores de la economía.
-El mercado se autorregula debido a las leyes de la oferta y la demanda.
- El Estado debe abstenerse de intervenir.
Así, el capitalismo se estructura de manera que los medios de producción quedan en mano de las clases acaudaladas mientras que los obreros se emplean a cambio de un salario.
Uno de los problemas que plantea este sistema es que al tender la oferta a aumentar con mayor rapidez que la demanda este desequilibrio lleva a la quiebra de algunas empresas por acumulación de stocks. Esto provoca que en el sistema capitalista se originen crisis de manera cíclica, cuya importancia dependerá de lo grande que sea la industria que se vea afectada y cuya peor consecuencia en términos sociales es el paro.
El papel de la banca fue especialmente importante para el desarrollo y difusión del capitalismo, instituyéndose como un intermediario entre quienes depositaban su dinero y las empresas, a quienes suministraban el dinero necesario para las inversiones. Conforme fue avanzando el tejido industrial, las empresas fueron necesitando de mayores cantidades de dinero comenzando a cobrar mucha importancia las sociedades anónimas (en las que la inversión es aportada por varias personas).
El s. XIX traerá nuevos cambios, Gran Bretaña perdió su hegemonía industrial, expandiéndose esta por Francia Y Bélgica y hacia mediados de siglo por Estados Unidos, Alemania, Rusia y Japón. También se producirá un cambio en las fuentes de energía empleadas, sustituyendo la electricidad y el petróleo al carbón y el vapor. Ello fue posible debido a varios inventos fruto de la investigación tecnológica como la dinamo, el transformador y el alternador que posibilitaron la producción y transporte de la energía eléctrica. Esto supondrá un impulso definitivo para la industria por sus múltiples aplicaciones, pero también para la vida cotidiana, puesto que las casas comenzarán a contar con una iluminación eléctrica sostenida, al igual que las ciudades, que comienzan a estandarizar el alumbrado público que había sido en la mayor parte de los casos muy deficitario en épocas anteriores.
En cuanto al petróleo, fue la invención del motor de explosión lo que posibilitó su explotación como combustible y será en Estados Unidos donde más rápidamente comience a emplearse debido a la industria del automóvil, en la que este país fue pionera.  En la industria del automóvil estadounidense, concretamente en la fábrica Ford, comenzará a producirse un cambio en la organización industrial. Hasta entonces, la industria había estado orientada hacia la fabricación en serie, pero aún con un alto grado de trabajo manual.  El taylorismo supone un modo de trabajo en serie  con tiempos muy controlados y  con un alto grado de especialización de los obreros; cada uno de ellos sólo se ocupa de un aspecto muy específico de la producción con el apoyo de una tecnología cada vez más puntera; todo ello orientado a rentabilizar al máximo la mano de obra, eliminando los movimientos que producen una pérdida de tiempo y maximizando así la cantidad de producción por hora.  Esto permitió una producción más rápida, más estandarizada y más barata de coches, haciendo extensible su compra a sectores cada vez más amplios de población. El taylorismo de la fábrica Ford se conoce con el nombre de fordismo ya que una de sus particularidades fue el aumento de los salarios a los obreros con el fin de convertir a estos en consumidores de los automóviles que fabricaban.
En estos momentos, con una industrialización en auge que cada vez requería de mayores inversiones tecnólogicas y de capital, comienzan a aparecer nuevas formas de concentración industrial destinadas fundamentalmente a restringir la competencia, estas nuevas formas son el cartel, el holding, el trust y el monopolio.
La industrialización trajo consigo un cambio en la sociedad. El modelo estamental del Antiguo Régimen en el que el nacimiento determinaba la posición social fue sustituido por un modelo de sociedad de clases, en la que son los criterios económicos los que marcan las diferencias. Fundamentalmente se articula en dos grandes grupos (aunque estos presentan a su vez subdivisiones). Por un lado tendríamos a la burguesía, que concentra los medios de producción tales como industria, capital y tierra y por otro al proletariado que concentra la fuerza de trabajo.
De ambos grupos sociales es quizá la burguesía el más heterogéneo de los dos puesto que en el encontramos desde banqueros y grandes propietarios de fábricas , que suponen el nivel más alto dentro del grupo y que habitualmente descendían o tenían lazos familiares con la antigua nobleza, hasta profesionales liberales y pequeños propietarios, cuyas condiciones de vida eran ligeramente mejores que las del proletariado.
El proletariado es el grupo social más numeroso y está conformado por todos aquellos que no poseen medios de producción (las teorías marxistas subidividen al proletariado en dos grupos, uno conformado por aquellos obreros que han adquirido conciencia de clase y otro grupo denominado “lumpenproletariado” o “lumpen” y que se refiere a aquellos trabajadores que no tienen conciencia de clase y que presumiblemente nunca llegarán a adquirirla). Su forma de subsistencia se basa en alquilar su fuerza de trabajo, es decir, trabajar a cambio de un salario. Es un grupo más homogéneo que la burguesía, en cuanto sus condiciones de vida solían ser similares independientemente de que se tratase de campesinos, obreros fabriles o empleados de taller.  Debido a que no existía una regulación de las condiciones laborales, ni una legislación al respecto, todo lo relacionado con horarios, descansos y salarios era determinado por los propietarios. Ello derivó en que las condiciones de vida de la clase trabajadora fuesen miserables, con jornadas que se extendían hasta las 14 horas diarias y una retribución claramente insuficiente para mantener a los varios miembros de una familia. Las mujeres y los niños hubieron de  incorporarse al mercado laboral pero incluso así resultaba difícil mantenerse, ya que estos últimos cobraban salarios muy inferiores a los hombres. Además, los barrios obreros (muchas veces asociados a la periferia urbana donde se ubicaba el terreno industrial) carecían de infraestructuras básicas como la iluminación y el agua lo que los hacia insalubres y provocaron un importante déficit sanitario en el proletariado.
Con este panorama el nacieron en el mundo obrero las primeras reacciones en contra a un sistema injusto socialmente. La primera de ellas fue el ludismo, una oposición a la cada vez mas creciente incorporación de máquinas al sistema de trabajo. Los obreros hacían responsable a la tecnología de su merma salarial. El ludismo no es propiamente un movimiento, en tanto que no se aprecia aún una agrupación de obreros como tal, si no que son casos aislados entre sí, pero sí supone el inicio de la adquisición de la conciencia de clase, es decir, que los obreros comienzan a darse cuenta de que sus problemas y sus objetivos son similares, independientemente de en qué industria trabajen. Paralelo al ludismo, comienzan a aparecer las primeras asociaciones de obreros, llamadas entonces Sociedad de Socorro Mutuo, cuyo fin principal era crear unas cajas de resistencia para socorrer a las familias en caso de paro o de defunción. Estas Sociedades son precursoras del sintema sindical, que será legal en Gran Bretaña a partir de 1825, momento en que se derogaron las leyes que prohibían la asociación obrera.  Si bien los primeros sindicatos agrupaban obreros por categorías industriales, en 1834 se fundará el Great Trade Union, que aglutinará obreros que provenían de diferentes oficios. Las primeras revindicaciones de estos sindicatos, además de la defensa de las libertades de asociación, fueron reclamar una reducción jornada sin que esto repercutiera en el salario y la regulación del trabajo infantil.
En este momento, muchos pensadores se adscribieron a los movimientos obreros y comenzaron a teorizar sobre ellos, entre los mas importantes, por las repercusiones posteriores se encuentra Karl Marx, quien junto con Friedrich Engels analizaron las desigualdades sociales y defendieron la revolución como un medio para alcanzar una sociedad igualitaria en la que las clases sociales no existiesen. El pensamiento de Marx, plasmado en “El Capital” y en “El manifiesto comunista” pivota en torno a tres ejes fundamentales:
Crítica social: mediante el concepto de la Plusvalía y la crítica a la crisis de la sobreproducción.
Lucha de clases: el principal motor de desarrollo histórico basado en un antagonismo entre los opresores y los oprimidos que en el capitalismo se personaliza en la clase obrera y la burquesía.
Poyecto de futuro: Ha de alcanzarse una sociedad igualitaria en la que no exista una diferenciación entre clases sociales
El socialismo se desarrollará en el último tercio del XIX cuando, al calor de las teorías de Marx, los pensadores marxistas propondrán la creación de partidos obreros socialistas. El socialismo no renunciaba entonces a la revolución proletaria, pero consideraron que era necesario que los partidos obreros pudiesen participar en las elecciones y entrar en los parlamentos como un medio para reclamar una legislación favorable al proletariado. También en este momento las teorías anarquistas comienzan  a reunir una serie de pensadores en torno a ellas (como Proudhon, Kropotkin y Bakunin); son también partidarios de la revolución obrera y campesina, pero difieren de los marxistas y socialistas en su consideración hacia la idea de Estado. Los anarquistas negaron cualquier principio de autoridad que sometiese al individuo y especialmente la del Estado y defendían la forma de propiedad colectiva y la huelga como principal motor de la acción revolucionaria. Debido a que el anarquismo se oponía a la participación en la vida política, se disgregó en dos corrientes y dio origen al anarcosindicalismo, un tipo de anarquismo que se organizaba en torno a sindicatos revolucionarios.
Pese a las diferencias de planteamiento entre socialistas y anarquistas, compartían el empeño común de despertar la conciencia de clase del mundo obrero y su necesidad de unir fuerzas para rechazar el capitalismo y así es como nace, a instancias de Marx la I Internacional, a la que se adscribieron socialistas, anarquistas y sindicalistas, pero que resulto un fracaso debido a las discrepancias ideológicas entre anarquistas y socialistas. La II Internacional, fundada algunos años después en París se configuró como una organización exclusivamente socialista, destinada a la elaboración de programas e idearios de los distintos partidos socialistas.

ANÁLISIS DE LOS LIBROS DE TEXTO
Los libros de texto empleados han sido Vicens Vives 2012 y Anaya 2012, ambos vigentes  con el actual currículo de secundaria. En términos generales, el que más me ha gustado ha sido el de Vicens Vives, pues es el que más páginas dedica al tema (18 páginas frente a las 10 de Anaya que considero insuficientes para explicar la gran extensión de este tema) y además dedica al final 4 páginas de actividades específicas destinadas a desarrollar diversas competencias de las que establece el currículo. Las actividades que el libro plantea a lo largo del desarrollo del tema de la industrialización tienen diferentes niveles de dificultad, y así viene señalado, cosa que no ocurre en el de Anaya, sin embargo, las actividades que ambos plantean me parecen correctas y adecuadas a los conocimientos que los alumnos van adquiriendo. Ambos libros hacen un uso que me parece apropiado de la cartografía y demás recursos visuales, tales como infografías para explicar la máquina de vapor o el motor de explosión, ilustraciones u obras artísticas pertenecientes al periódo, así como líneas temporales. Otra de las cosas que me ha gustado del libro de Vicens Vives frente al de Anaya es que propone extractos de documentos históricos y actividades relacionadas con su lectura. Ambos libros presentan un glosario de palabras, elemento que creo fundamental en todos los temas pero quizá más en este puesto que incorpora mucha termonología económica que puede resultar difícil para los alumnos si no es explicada correctamente (me refiero a términos como Holding, capitalismo, acciones, plusvalía..) yen esto prefiero el modelo que popone Anaya, que incorpora en las páginas de desarrollo del tema el glosario explicado; el de Vicens Vives es muy amplio, pero es común para todo el libro y se sitúa en las últimas páginas, con lo que se corre el riesgo de que los alumnos no lo miren y se queden con una impresión confusa de lo que significa un término en concreto.
PROPUESTAS DE COMPLEMENTO
En general, me parece apropiada la extensión del tema y si hubiese que ampliar con respecto a algún punto, haría un mayor hincapié en los movimientos obreros, que es lo que menor desarrollo tiene en ambos libros. Creo que ampliando la explicación sobre las condiciones de vida del proletariado y sobre las diferentes teorías surgidas entonces los alumnos tendrán una mayor facilidad a la hora de enfrentarse posteriormente a los temas que traten el mundo socialista pero también podrán comprender mejor cuestiones que continúan afectando a la vida política actual.

ACTIVIDADES ADICIONALES
  • Realización de un glosario de palabras y de conceptos debido a la dificultad de comprensión que plantean algunos de ellos (plusvalía, sociedad anónima etc…)
  • Trabajo en el aula con fragmentos de documentos históricos (“Manifiesto Comunista”, “La Riqueza de las Naciones”, “Situación de la clase obrera en Inglaterra”….)
  • Visionado y lectura (fragmentos) de “Tiempos Modernos” y “Las uvas de la ira”.
  • Como actividad fuera del aula podrían plantearse dos opciones: Entrevistas a familiares (abuelos) para conocer cómo recuerdan las condiciones de trabajo de sus padres y de ellos mismos  en el caso de que tuviesen que trabajar de niños, o bien una comparativa entre la situación de los trabajadores del sXIX y los trabajadores actuales de países en desarrollo.

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