martes, 25 de febrero de 2014


LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Natalia López Puerto

INTRODUCCIÓN
El 1 de septiembre de 1939 se iniciaba la Segunda Guerra Mundial, el conflicto bélico más importante de la historia de la humanidad.
El conflicto duró casi seis años (1939-1945), y en él lucharon dos bloques liderados, uno por Gran Bretaña y Francia (las potencias occidentales o aliados), y el otro por Alemania e Italia (las potencias del Eje). Con la incorporación en 1941 de la URSS, EEUU y Japón, el conflicto se convirtió en una verdadera guerra mundial.

LIBROS DE TEXTO
Para la elaboración del tema, se han utilizado dos libros de texto: Historia, Ciencias Sociales; M. Burgos, V. Fernández, M. Jaramillo y S. Martin, ANAYA 2003, el cual dedica al tema dos páginas, y por otro lado, Historia, Ciencias Sociales; Manuel Ardit, Carlos Dardé, Isabel Burdiel, Manuel Alcañiz, Rafael Valls y Tomás Peris, SANTILLANA 2003, el cual dedica cuatro páginas.
En ambos libros, “La Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias” son epígrafes dentro de un tema, ninguno de los dos dedica un tema entero a desarrollar el conflicto. El de Anaya divide el epígrafe en tres apartados mientras que en Santillana se dedican dos epígrafes completos.

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y SUS CONSECUENCIAS
Comenzando por la editorial Anaya, y como se ha dicho con anterioridad, el tema se trata en un epígrafe que se divide en los siguientes apartados: causas y características de la guerra, las grandes campañas militares y las consecuencias de la guerra; el diseño de paz. El primer apartado divide las causas en generales e inmediatas, establece el inicio y duración de la guerra con fechas y cita los dos grandes bloques implicados en el conflicto: por un lado, las potencias occidentales o aliadas (Gran Bretaña y Francia) y las potencias del eje (Alemania e Italia). En el apartado relativo a las grandes campañas militares se divide la guerra en tres fases: una primera de 1939-1941 donde se hace referencia a la “guerra relámpago” o Blitzkrieg, una segunda etapa de 1941-1943 destacando como hecho fundamental la invasión de la URSS, y por ultimo, una tercera de 1943-1945 citando el desembarco de Normandía. El ultimo apartado, las consecuencias de la guerra; el diseño de paz, se compone de un párrafo que solo habla de pérdidas humanas, destrucciones materiales y economía de los países destrozada. Se mencionan las Conferencias de Yalta y Postdam a través de las cuales se definen las nuevas fronteras europeas y Alemania se divide en cuatro zonas de ocupación (URSS, EE.UU, Gran Bretaña y Francia).
Por su parte, la editorial Santillana dedica dos epígrafes de un tema a la segunda guerra mundial: el primero titulado “La segunda guerra mundial” y el segundo, “Las consecuencias de la guerra”. Ambos, a su vez, se dividen en varios apartados que se analizan a continuación.
El primer epígrafe consta de cuatro apartados: “El camino hacia la guerra”, se hace una introducción al tema que, desde mi punto de vista, no es clara puesto que se citan demasiadas fechas y hechos sueltos. No hay ninguna línea del tiempo que acompañe de forma grafica la información y que permita a alumnado situar los acontecimientos con su fecha correspondiente en el tiempo. El segundo apartado “El avance alemán” cita la guerra relámpago (Blitzkrieg), se centra exclusivamente en hablar del avance alemán, no menciona ni fecha de inicio ni duración de la guerra y tampoco la divide en fases. Asimismo, no se nombran los países que están interviniendo (aliados y potencias del eje). El apartado de “El nuevo orden” habla de las potencias de eje sin especificar cuáles son y menciona los campos de concentración como la expresión mas terrorífica del nuevo orden. Por ultimo, “La victoria de los aliados”, se cita Pearl Habor como hecho que involucra a EE.UU en la guerra, se establece la victoria soviética en Stalingrado en 1943, el desembarco de tropas en Normandía en 1944 y la ocupación de Berlín por las tropas soviéticas en 1945. Se hace referencia también al uso de la bomba atómica destacando los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
El segundo epígrafe se divide en dos apartados: “Repercusiones de la guerra”, distingue entre consecuencias demográficas, económicas y territoriales, y se acompaña de un grafico de barras que refleja los muertos provocados por la segunda guerra mundial dividiendo en civiles y militares;  y “La organización de la paz”, donde se nombran las conferencias de Yalta y Postdam, las cuales perfilan un nuevo orden internacional: dos nuevas potencias: EE.UU y Unión Soviética. Posteriormente se hace referencia a la creación de la ONU en 1945 explicando los miembros, los objetivos y los organismos especializados de la organización.

PROPUESTAS DE MODIFICACION GENERALES
En cuanto a la ampliación de contenidos, en mi opinión, deberían de incluirse algunos de los antecedentes de la guerra, de modo que los alumnos puedan hilar los acontecimientos y saber qué fue lo que provocó este gran enfrentamiento mundial entre las diferentes potencias. Por tanto, añadiría que la crisis  económica de 1929 facilitó el ascenso del nazismo y el militarismo japonés al poder. A partir de 1931 Alemania e Italia se configuraron como un bloque militar, el Eje, y por su parte, las potencias europeas democráticas, Reino Unido y Francia, despliegan una política débil y dubitativa frente a Hitler. Hablaría también de la conocida “política de apaciguamiento” a través de la cual Chamberlain trata de negociar con Hitler y concederle algunas de sus demandas con la esperanza de que el líder nazi  no llevara a cabo sus propósitos,  pero política que fracasó y  solo sirvió para envalentonar a la Alemania nazi. Por otro lado, el dictador soviético Stalin, tras diversos intentos frustrados de pacto con Gran Bretaña y Francia, acabó pactando con Hitler en 1939 alentando el ataque alemán a Polonia hecho que finalmente desencadenó la guerra. Explicaría brevemente algunos de los principales protagonistas del conflicto que no se mencionan en los libros de texto, como por ejemplo, Stalin, Hitler, Mussolini, Churchill y De Gaulle. Con respecto al holocausto nazi y los campos de concentración, enseñaría imágenes, videos y recomendaría películas en las que se trata el tema.

PROPUESTAS DE MODIFICACION PARTICULARES
En primer lugar, propondría añadir líneas del tiempo que permitan encuadrar los hechos cronológicamente ya que se suceden numerosos acontecimientos en diferentes fechas. Es una forma de facilitar al alumnado el estudio de los mismos, así como, saber encuadrarlos en el tiempo. Importantísima también la utilización de mapas, es una forma de que los alumnos visualicen gráficamente lo que se está explicando. Tras la segunda guerra mundial cambia el mapa europeo por lo que aportarlo no estaría de mas. Es más, Alemania queda dividida en cuatro zonas de ocupación diferentes, con un mapa queda clarísimo cuáles son esas cuatro zonas y los cuatro países que la ocupan. La utilización de recursos didácticos es básica a la hora de impartir clase, ya que, remitirse únicamente al libro de texto aumenta la monotonía para el alumnado y en numerosas ocasiones implica la falta de contenidos. Para este tema en concreto, se me ocurren dos películas como recurso didáctico, “El niño del pijama de rayas” y “La vida es bella”, ambas relativas a los campos de concentración y el trato dado a los judíos en aquella época. La idea no es solo que vean la película, sino que posteriormente al visionado hagan un resumen y valoración crítica, de modo, que se les obligue a redactar. Añadiría, sin lugar a dudas, un glosario de vocabulario. Siempre aparecen conceptos nuevos para el alumnado que es importante que se expliquen para poder seguir el hilo de la explicación. También, sería buena idea incluir al final del tema un cuadro resumen, en el que se recojan de forma esquemática los contenidos más importantes a recordar del mismo. Creo que es importante, puesto que ayudaría a al alumnado a saber determinar las ideas principales y aprender a resumir. En cuarto de la ESO ya deben saber extraer las ideas principales por sí solos, pero considero que estos cuadros ayudan a la hora de estudiar. Es evidente que se trataría de que alumnado los completara con mas información y así elaborar por sí mismos el tema objeto de estudio para el examen. Para terminar, aportar actividades de síntesis, relación y ampliación que no sean únicamente  las del libro de texto, de manera que se amplíen conocimientos y se vaya un poco mas allá. A modo de ejemplo, se me ocurre que se les podría mandar hacer un comentario de texto, dándoles unas pautas a seguir para hacerlo. En primer lugar, clasificar el texto según su naturaleza: jurídico, circunstancial, histórico-literario, historiográfico, etc; en cuanto a las circunstancias: contexto histórico en el que se enmarca, fecha, etc; autor: autor individual, autores colectivos, intenciones del autor, etc; y destinatario: concreto, colectivo, alcance nacional o internacional. Carácter privado o público del texto. En segundo lugar, análisis: explicación del contenido del texto atendiendo a las ideas principales y estructurar el contenido de forma lógica y ordenada. En tercer lugar, comentario: relación entre el contenido del texto y el marco histórico en el que se encuadra. Por último, las conclusiones: reflexiones propias, valoración global acerca del alcance del texto y sus repercusiones. Otra actividad podría ser seleccionar ciertos momentos históricos pertenecientes a la segunda guerra mundial: El ataque a Pearl Harbour-El desembarco de Normandía-La conquista de Polonia.-El lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki-La ocupación de Francia. Dividir la clase en grupos y a cada uno atribuirle un momento histórico. Cada grupo debe buscar información sobre el momento histórico que les haya tocado y hacer una breve presentación oral al resto de sus compañeros. Posteriormente entre todos pueden construir una línea del tiempo donde se escenifique cada momento clave de la 2ª Guerra Mundial. Es una actividad que fomenta el trabajo cooperativo, la expresión oral y escrita, y por tanto, desde mi punto de vista muy completo.
En conclusión,  creo que los libros de texto analizados están bastante desactualizados en el sentido de que ahora a la segunda guerra mundial se le dedica un tema entero del libro mientras que estos dos solo le dedican uno o dos epígrafes a lo sumo. Considero que es un tema que engancha a alumnado y además suele atraer bastante su atención, por lo que utilizar diferentes recursos didácticos aparte del libro de texto es algo que siempre va a favorecer y ampliar los contenidos, además de hacer la materia mas amena.

BIBLIOGRAFIA
M. BURGOS, V. FERNANDEZ, M. JARAMILLO Y S. MARTIN, Historia, Ciencias Sociales. Ed. Anaya, 2003
MANUEL ARDIT, CARLOS DARDÉ, ISABEL BURDIEL, MANUEL ALCAÑIZ, RAFAEL VALLS Y TOMÁS PERIS, Historia, Ciencias Sociales. Ed. Santillana, 2003

lunes, 17 de febrero de 2014


Nacionalismo e Imperialismo. 
Contenidos conceptuales y aproximación desde los libros de texto.

Izpia Batres Cuevas


1.   Hechos y conceptos a exponer


Según dispone el currículo oficial para el cuarto curso de la eso, dentro del bloque de contenido de Nacionalismo e Imperialismo, se han de tratar las unificaciones de Italia y Alemania, el imperialismo colonial europeo, y la Primera Guerra Mundial, algo que no deja de sorprender aún teniendo en cuenta que muchas tendencias historiográficas consideran que el siglo XIX finaliza verdaderamente con la llamada Gran Guerra.

1.1.                  El Nacionalismo: unificaciones de Italia y Alemania

El surgimiento del Nacionalismo es uno de los acontecimientos más relevantes de la historia, un hecho que seguirá condicionando hasta la actualidad las relaciones políticas a nivel internacional. El nacionalismo tiene sus raíces en el pensamiento romántico, que rechaza el individualismo y asume la idea del hombre como miembro de un grupo, de un organismo, el pueblo, que le ha dado su lengua y sus valores, y a cuyo destino se encuentra unido, un destino que todo pueblo ha de realizar conquistando su soberanía.
En oposición al pensamiento ilustrado, según el cual todas las personas tendrían unos fines universales relativos a la consecución de la felicidad, para los pensadores románticos, los individuos son diferentes y tienen destinos ligados a los de sus respectivos pueblos. Para el pensamiento romántico, el análisis de la realidad de requiere de herramientas como la intuición o el sentimiento compartido, que les llevaba a concretar que el individuo era parte de una unidad superior, el pueblo o nación, que aparece como sujeto histórico. La humanidad, desde este punto de vista, es una cualidad adquirida, a través del pensamiento que nace con el lenguaje, la lengua, una verdadera realidad social que atesora los valores propios y característicos de la comunidad que la emplea, y que al tiempo que nos hace humanos, nos convierte en miembros de un grupo nos diferencia de otros seres humanos que no pertenecen a este.
Así, el pueblo pasará a ser el nuevo protagonista de la historia, y sujeto de derechos. Pero en Europa, debido a la mezcla entre pueblos que se había dado,  existía la dificultad de la identificación, , por lo que se proponían como signos externos de diferenciación la raza, la lengua y la cultura, además de un pasado político de cierta independencia. Muchos pueblos sólo conservaban su lengua como rasgo identitario, por lo que esta se convertiría en el principal signo de identidad y diferencia.
El Nacionalismo conduciría al desarrollo de todo tipo de estrategias destinadas a resaltar la identidad nacional. En el plano de la cultura, se recuperaron lenguas vernáculas, documentos y obras literarias en dichas lenguas, y se investigaba en busca de razones históricas para las reivindicaciones nacionalistas, y cualquier manifestación que pudiese probar la realidad de una identidad nacional.

El nacionalismo acabaría tomando un cariz político, que conduciría a la búsqueda de la independencia de las nacionalidades, dando lugar a tres tipos de situaciones:
- Unificación, en los casos de Alemania e Italia
- Disgregación, en el caso de nacionalidades que reclamaron y obtuvieron su independencia
- Creación de un régimen de autonomía, como había ocurrido en los casos del imperio Austro - Húngaro y del imperio Turco antes de la consecución de la independencia.


1.1.1.   La unificación alemana


El Sacro Imperio tenía al frente a un emperador electivo, que desde 1438 era de la casa de Habsburgo, y se encontraba dividido en diversos territorios bajo el liderazgo de otros reyes, príncipes o duques. Tras la ocupación napoleónica los territorios más pequeños habían sido absorbidos por los reinos más grandes y otros quedaron integrados en la Confederación del Rin (1806). Pero esta reforma napoleónica terminó, tras su derrota, con el Congreso de Viena de 1815, donde se reorganizó el territorio, dando lugar a una Confederación alemana formada por 41 estados soberanos. Al acabar con el sistema de aduanas napoleónico, la competencia de la industria británica cobraría más fuerza. Prusia tomaría la iniciativa en la reforma de las aduanas y en 1828 firmó un acuerdo con Hesse - Darmstadt, a la vez que otros estados firmaban una unión aduanera alternativa, pero poco a poco se irían incorporando territorios al acuerdo aduanero de Prusia hasta formar el Zollverein.
La revolución de 1948 forzaría a los príncipes a adoptar programas de reformas liberales y nacionalistas. Un grupo de nacionalistas liberales convocó una asamblea en Frankfurt, pero esta no se atrevió a asumir la soberanía nacional sino que intentó crear un estado federal respetando los deseos de los príncipes. Pero lo que sí conseguiría la revolución de 1848 es que Prusia pasase a ser uno más de los países constitucionales, aunque con un sistema censitario muy restrictivo.
Habría que esperar a la llegada al gobierno en 1862 de Otto Von Bismarck para que se hiciese realidad el sueño de la unión.
La tensión comenzó a partir de la Guerra de Los Ducados de 1864, que enfrentó a Prusia y Austria a Dinamarca, y terminó con el reparto de los ducados de Schleswig y Holstein entre ambas, pero ninguna de ellas quedó satisfecha y las intromisiones en la gestión de estos territorios por ambas partes, aumentaría el enfrentamiento.
En primer lugar, aprovechó una cuestión sucesoria dentro de la Confederación para provocar una guerra con Austria, Tras la victoria de Prusia en Sadowa (1866), Austria acepta renunciar a toda intervención en Alemania a cambio de no perder territorio, pero sus aliados no corrieron la misma suerte.  Schleswig, Holstein y Hannover  fueron incorporados a Prusia, así como otros estados del norte, que se incorporaron a la Confederación Germánica del Norte, que aprobaría una Constitución en 1866.
En 1870, Bismarck aprovechó un conflicto sucesorio para provocar la guerra Franco-Prusiana. Francia se negaba a que un príncipe alemán de la casa Hohenzollern, pudiese llegar a sentarse en el trono español. Bismarck manipularía la situación de forma que el conflicto se hiciera inevitable. Al ejército prusiano se sumarían los de los demás estados alemanes, lo que contribuiría a aumentar el sentimiento de unidad.  Prusia se impondría sin grandes problemas, anexionándose Alsacia y Lorena, y proclamándose el Imperio Alemán, el Segundo Reich, con la coronación del emperador Guillermo I, en enero de 1871. Bismarck fue nombrado Canciller imperial, manteniéndose en su cargo hasta 1890.



1.1.2.   Unificación de Italia

En Italia, el nacionalismo y el liberalismo irían de la mano, por la falta de libertades y por encontrarse muchos de sus reinos bajo dominio extranjero. Tan solo el reino de Piamonte se encontraba bajo el control de una dinastía italiana. El reino Lombardo-Véneto, los ducados de Parma, Módena y Toscana, eran controlados por Austria; los Estados Pontificios se encontraban bajo el control del papado, y el reino de Nápoles y Sicilia estaba dominado por los Borbones.
Aunque los sucesivos movimientos de 1820, 1830 y 1848 fueran  aplastados, En 1948 los  Piamonteses serían derrotados por Austria y los franceses acabarían con la república que Mazzini había proclamado en Roma, pero todo ello no evitaría que la idea de unidad nacional siguiera extendiéndose, impulsada desde el plano cultural gracias al empeño de numerosos políticos que lo consideraban la mejor opción para el desarrollo económico del país.
El reino de Piamonte, que como ya hemos visto, era el único bajo control italiano, sería el que lideraría la unificación, bajo el reinado de Víctor Manuel II. Era una monarquía parlamentaria, con una industria notablemente desarrollada. Su Primer ministro, Camilo Benso, conde de Cavour, buscaba proporcionar al reino un mercado unificado para la expansión económica. Reformó el ejército y firmó un tratado militar con Napoleón III contra Austria.
En 1859 el ejército del Piamonte invade Lombardía, pero napoleón opta por negociar con los austríacos e impide la anexión del Véneto.
Este primer movimiento desencadenaría una sucesión imparable de acontecimientos: los ducados de Parma, Módena y Toscana proclaman su adhesión al Piamonte en 1860 y  Garibaldi parte de Génova con ejército de los Camisas Rojas conquistando Sicilia y Nápoles, que se unen a Piamonte, y expulsando a los borbones
En 1961 el parlamento de Turín proclamaría el Reino de Italia, eligiendo monarca a Victor Manuel II.
En 1866 Austria se vería obligada a retirar casi todas sus tropas del Véneto, con motivo del estallido de la Guerra Austro – Prusiana, hecho que aprovecharían los italianos para invadir y anexionarse el Véneto. Finalmente, en 1870 la  guerra Franco – Prusiana haría que Napoleón III tuviese que sacar sus tropas de Roma, dejando al Papa desprotegido. El ejército italiano invadió la ciudad, dejando al pontífice relegado a una pequeña zona.
Se introduce la monarquía constitucional, se unifican las fronteras y se busca la creación de un mercado nacional. Sin embargo, existía un claro desequilibrio entre el norte y el sur, que se mantendría hasta la actualidad.


1.2. El imperialismo. Los Imperios coloniales europeos.

El imperialismo, si nos referimos en concreto al que se desarrollaría durante el siglo XIX, es un proceso por el cual una nación se mediante la anexión de otros territorios, como forma de dominación en todos los sentidos. Pero es también una doctrina política, por la que se supone lícito el dominio de unos pueblos sobre otros, mediante diversas estrategias de colonización. Pero cuando hablamos de la “era del imperialismo”, hacemos referencia al proceso de conquista de los denominados territorios libres de Asia, África y Oceanía, que las potencias europeas llevaron a cabo entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, imponiendo su dominio político y económico en todo el planeta.  

1.2.1. Causas y factores del colonialismo

-                Causas económicas
Los países se vieron abocados a competir entre ellos en medio de la denominada  Segunda Revolución Industrial. La expansión colonial permitiría resolver una serie de problemas del capitalismo:

      Aunque la expansión colonial comenzara a mediados de siglo, es a partir de la crisis económica comenzada en 1873 cuando el proceso experimentará una enorme aceleración. La crisis vino dada por numerosas causas, de las que una de las más relevantes sería el cambio al patrón oro. La crisis estallaría con el hundimiento de las bolsas de Viena y Nueva York en mayo y septiembre de 1973.
      Las inversiones en la industria tradicional ya no aportaban tantos beneficios, por lo que los inversores se dedicaron a financiar la construcción de infraestructuras en las colonias.
      Muchas de las materias primas agotadas en Europa serían explotadas en las colonias.
      Los excedentes industriales encontrarían salida en mercados exclusivos.  


-                Causas políticas
      El control estratégico de ciertos territorios clave era necesario para mantener el comercio y el control y explotación de las áreas coloniales más distantes.
      El prestigio, la necesidad de algunas naciones de reafirmarse como grandes potencias las llevaría a la conquista de nuevos territorios.
      El nacionalismo, que cada vez cobraba más fuerza en Europa y estaba presente en todos los ámbitos, hacía crecer la idea de que sólo las naciones fuertes capaces de mantener grandes imperios coloniales podrían asegurar su supervivencia.


-                Factores demográficos

La industrialización había hecho crecer enormemente la población, y muchas personas se encontraban con grandes dificultades para encontrar un empleo, incluso trasladándose a las ciudades, por lo que buscaron su futuro en los nuevos territorios. Tal fue el caso de muchos soldados, funcionarios, grandes empresas y sus trabajadores.

- Factores ideológicos

      El interés por la exploración y el descubrimiento de tierras y civilizaciones desconocidas fue acrecentado por las investigaciones de las sociedades geográficas y los relatos de viajes
      Se pensaba que, como raza superior, el hombre blanco tenía no sólo el derecho de dominar a pueblos considerados inferiores, sino la responsabilidad de educarlos y civilizarlos.
      La iglesia apoyaba la colonización por el deseo de evangelizar a las tribus de los nuevos territorios.
      La idea de la supervivencia del más fuerte, el darwinismo social, se aplicaba también a la subsistencia de las naciones, que lucharían por conseguir grandes imperios para imponerse a los débiles.
      El nacionalismo trajo consigo la idea del destino manifiesto que justificaba la necesidad y el derecho de un pueblo al dominio de un territorio.


1.2.2. Ocupación de África

A partir de 1870, británicos y franceses comenzarían a enviar expediciones al interior de África, un territorio prácticamente desconocido hasta entonces. Los británicos descendieron desde Egipto tomando posesión de territorios de la costa oriental, mientras que los franceses avanzarían hacia el interior desde la costa de Guinea. Al mismo tiempo, belgas, alemanes y portugueses tomaban posiciones. El riesgo de un conflicto llevó a que el canciller Von Bismarck convocase la Conferencia de Berlín en 1885, en la que se establecía la libre navegación por el río Congo y el principio de ocupación efectiva, por el que un territorio sólo se consideraría controlado por un país si este establecía una autoridad sobre el mismo.

Los ingleses siguieron extendiéndose por el sur de África, mientras que los Franceses continuaron su avance por el interior hacia el este, llegando a encontrarse ambas potencias en el alto Nilo, donde en 1898, en Fachoda,  estuvo a punto de estallar una guerra entre ambos ejércitos, que los franceses evitaron al ceder y retirarse. Por otra parte, entre 1898 y 1902 tendría lugar la Guerra de los Boers, entre británicos y colonos holandeses, por las minas de oro y diamantes de África del Sur.

Mientras tanto, el resto de países, como Bélgica, Alemania y Portugal, siguieron consolidando sus colonias y a finales de siglo sólo el Sultanato de Marruecos seguía siendo independiente.






1.2.3. Colonización de Asia

India fue la primera gran colonia Británica. Había empezado a establecer gobernadores ya desde el siglo XVII con la Compañía de las Indias Orientales, pero fue en 1858 cuando establecería el dominio directo tras sofocar la revuelta de los cipayos, soldados indios del ejército británico.
Rusia, por su parte, colonizaría a los territorios del Cáucaso y Turkestán, e iría extendiéndose paulatinamente por Siberia. Aunque los cosacos llevaban explotándola desde el siglo XVI, a lo largo del siglo XIX, la explotación de sus recursos se hizo más intensa, y la ocupación sería culminada en el siglo con la construcción del ferrocarril transiberiano en 1891.
Los franceses comienzan con la conquista de indochina en 1859 y constituirían una colonia en 1887.
La colonización de china fue más difícil por la oposición de los emperadores y por las rivalidades europeas y por la intervención desde 1878 de Japón. Después de que Japón invadiera la península de Corea, se impuso a China la entrega de nuevos puertos a alemanes y franceses y hacia 1900 la explotación de sus recursos estaba casi por completo en manos occidentales.

1.2.4. Imperios coloniales

-                El Imperio Británico sería el más importante de todos, sobresaliendo a mucha distancia de los demás imperios coloniales. Abarcaba un territorio de aproximadamente 33 millones de kilómetros cuadrados, en el que vivían alrededor de 450 millones de personas. Se extendía por gran parte de África, India, Birmania, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y algunas islas del Índico, así como numerosos puertos en el Mediterráneo, costa africana, y sur de Asia, y desde 1882 controlaría el canal de Suez.
-                El Impero Francés era el segundo en extensión, muy por detrás del Imperio Británico y menos poblado. Además, los franceses eran menos favorables a emigrar a las colonias. Incluía los territorios de África Occidental, el norte del valle del Congo, Madagascar, Indochina, y territorios en Guayana y las Antillas, así como posesiones en el Pacífico.

-                Otros imperios
o  Alemania poseía territorios en África como Togo, Camerún, Namibia o Tanzania y los archipiélagos de las islas Palaos, Carolinas, Bismarck, Marshall y Marianas.
o  Portugal: Angola y Mozambique
o  Estados Unidos poseía las Islas Filipinas y Hawái, así como otros territorios, a costa fundamentalmente de la desintegración del Imperio Español.
o  Rusia fortaleció su control en Siberia pero la presencia de Japón imposibilitó la expansión por el pacífico. Japón derrotó a Rusia en 1905 y se apropió de la península de Corea, representando una seria amenaza para la región de Manchuria.




1.2.5. Conquista, dominio y explotación de las colonias

La colonización re realizaría por muy diversos medios. Lo más común sería la ocupación militar directa. Pero en muchos casos, la toma de control se haría de forma paulatina, mediante el envío de diplomáticos y administrativos, o con la llegada de empresas que explotaban los recursos del territorio e iban extendiendo su influencia. Pero también se aprovecharían, e incluso se alimentarían, las rivalidades entre tribus indígenas, para propiciar la forja de alianzas que facilitaran la ocupación.
     
-                Formas de dominio colonial

El dominio sobre las colonias se realizaría de formas muy diversas, dependiendo de las características del territorio en cuestión de recursos a explotar, estructuras sociales y políticas existentes, y el grado de resistencia de la población a someterse a l dominio de la metrópoli. Así, es posible distinguir:               

      Colonias de poblamiento o dominios: Eran territorios que, por sus especiales características, atraerían a numerosos pobladores blancos, que acudían a explotar las nuevas tierras, prácticamente despobladas, libremente. Se poblaba una zona y se le otorgaba una gran autonomía de gobierno, estando bajo el control de la metrópoli sólo los aspectos económicos y la política exterior. Este sería el caso de numerosos territorios británicos que a comienzo s del siglo XX pasarían a llamarse dominios, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica. También Argelia, colonia francesa, sería un ejemplo de colonia de poblamiento, aunque con menor autonomía.
      Colonias de explotación:  En ellas la población blanca, que era minoría, ejercería un dominio absoluto sobre la población indígena, totalmente sometida a la metrópoli, y que no participaría ni en el gobierno ni en la administración del territorio ya que este cargo quedaba en manos de los colonos, europeos, estadounidenses o japoneses).
      Protectorados: territorios en los que el gobierno indígena era puesto bajo el control del gobierno de la metrópoli, a través de de representantes enviados de la metrópoli, que tenía en sus manos el control militar y las relaciones exteriores. Es el tipo de control que Francia establecería en Túnez o Vietnam, así como en ciertas regiones de la India Británica.  
      Concesiones: fueron acuerdos que obligaban a un territorio a permitir la explotación de sus recursos y la apertura al comercio, como fue el caso de China, que fue obligada a abrirse al comercio europeo.

-                La explotación de las colonias

      En muchas ocasiones, las compañías privadas se adelantaban a sus naciones de origen en la explotación de recursos tan importantes para las metrópolis, como fue el caso de la Compañía de África del Sur, de Cecil Rhodes.
      Para la explotación, la extracción y el transporte de las materias primas, fue necesaria la creación de infraestructuras, que requerían de inversiones provenientes de los grandes capitales de la metrópoli.
      Desde las metrópolis se buscó favorecer el negocio en las colonias, liberando a los productos que venían de las colonias de tasas aduaneras  y limitando o prohibiendo la importación en las colonias de productos de otras potencias.
      Se limitó el desarrollo industrial de las colonias, con lo que era necesaria la importación de productos de la metrópoli.


1.2.6. Consecuencias de la colonización

-                Nuevo mapa mundial
el descubrimiento y exploración de nuevos territorios y la cartografía de casi todo el planeta, provocarían un cambio de percepción del mundo en los europeos. Una nueva visión internacional llevó a cambiar las estrategias políticas, diplomáticas y militares.

-                Consecuencias demográficas
Por una parte, la llegada del hombre blanco introdujo enfermedades para las que los nativos no tenían defensas, lo que causaría una gran mortalidad, pero la introducción de la medicina avanzada y los hospitales también ayudarían a que esta disminuyera considerablemente.

-                Consecuencias económicas
La explotación de recursos y la extracción de minerales cambiaría el paisaje de las colonias. Además, la implantación de monocultivos de plantación y el desmantelamiento de los cultivos tradicionales que hasta entonces existían en estos territorios, también cambiaría su estructura económica.
Aunque en muchos casos se contribuyese a mejorar el desarrollo económico e industrial en estas zonas, sin duda la balanza comercial sería por completo favorable a los países colonizadores, y especialmente para las compañías privadas, que concentraron la mayor parte de la riqueza.

-                Consecuencias sociales
El impacto que la colonización tendría en las zonas sometidas sería tanto más significativo cuanto menos desarrollada estuviese su organización social y política. Así, en las sociedades donde existía una organización tribal, el cambio fue más drástico y traumático.
Los indígenas fueron obligados a trabajar según las condiciones y el ritmo de Europa, a veces en semiesclavitud, y se veían separados de su forma de vida y sus costumbres.
El segregacionismo en las sociedades coloniales fue general. Los colonos blancos vivían en zonas exclusivas, al margen de los indígenas y las relaciones personales resultaban inconcebibles y reprobables.

-                Impacto cultural
 El impacto cultural fue más profundo en sociedades con sistemas sociales menos estructurados, como era el caso de áfrica. Fue menos radical en las sociedades asiáticas.
      La introducción e imposición de las lenguas de los países colonizadores en los territorios de que e adueñaban supondría en última instancia la desaparición de numerosas lenguas autóctonas.
      Los europeos introducirán en los nuevos territorios sus costumbres y reglas de comportamiento e interacción social, a los que los nativos se vieron forzados a adaptarse.
      Las escuelas indígenas, aunque redujeron el analfabetismo, también tenían como fin adiestrar mano de obra y trabajadores administrativos que conociesen la legua de la metrópoli y las costumbres, limitándoles a una formación mínima necesaria para el servicio a los colonos.
      Las iglesias, si bien por una parte ejercieron una labor de defensa  de los indígenas y ofrecieron el servicio de salud en hospitales, también contribuían a imponer una religión y una forma de cultura.



1.3.       La Primera Guerra Mundial

1.3.1.       Introducción y causas del conflicto

El período previo a la Primera Guerra mundial fue de tensión latente. Se sucedieron las alianzas, pactos y tratados y las rivalidades entre las potencias europeas, surgidas en la segunda mitad del siglo XIX, no hacían más que crecer, así como los sentimientos de frustración y los deseos de venganza de muchas de ellas, que el nacionalismo exacerbado de la época contribuía a aumentar.

Desde la Guerra franco- prusiana, el objetivo de Bismarck había sido el aislamiento político de Francia, lo que había conseguido con una serie de pactos y alianzas con Austria- Hungría, Rusia e Italia. Pero un golpe militar que separaba a Bulgaria de Rusia y la vinculaba a Austria en 1887, y el cierre de la bolsa de Berlín a los empréstitos de rusos, terminaría por acercar a esta última a Francia, primero económicamente cuando esta acogiese sus citados empréstitos, permitiendo  a Rusia comenzar su industrialización. La renovación de la triple alianza entre Alemania, Austria e Italia en 1891 propiciaría el acercamiento definitivo entre Rusia y Francia entre 1881 y 1882 con la firma de una alianza que ofrecía a ambas protección en caso de un ataque de Alemania.

Por su parte, Inglaterra, preocupada por el programa de reforma del ministro de Marina prusiano que tenía como fin hacer de Alemania una gran potencia marítima, que pondría en jaque el dominio británico de los mares, decidió acercarse a Francia (con la que firmo el Entente Cordiale en 1904), así como a Rusia, dando lugar en 1907 a la Triple Entente.

La creación de pactos y alianzas hizo a las potencia europeas contraer una serie de compromisos tales que un conflicto continental se hacía inevitable en el caso de que se produjera un choque aislado.

Por otro lado, la tensión internacional y las rivalidades políticas no habían dejado de crecer. Francia no podía perdonar la pérdida de Alsacia y Lorena, y en Marruecos, Alemania se opuso a su expansión colonial y solo la negociación pudo evitar el conflicto.
En los Balcanes confluían los intereses de Rusia y Austria y un debilitado Imperio Otomano,  junto a las aspiraciones de nuevas naciones como Bulgaria, Rumania o Serbia, etc., y el interés de Italia por incorporar territorios en la costa de Dalmacia.

Por ello, cuando en junio de 1914 se produjo una nueva crisis balcánica tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, las tensiones acumuladas desembocaron en el estallido de la Primera Guerra Mundial. Serbia rechazó una de las clausulas del ultimátum de Austria, intencionadamente inaceptable. Al estallar el conflicto entre ambos, todo el sistema de alianzas se puso en marcha y comenzó la movilización.



1.3.2. Evolución del conflicto

En el desarrollo de la guerra pueden distinguirse varias etapas:

-                La guerra de movimientos

Fase inicial, en la que se produjeron ofensivas y contraofensivas constantes.

          En el frente occidental, poniendo en marcha el Plan Schlieffen, Alemania entró en Francia a través de Belgica, hasta ser detenida por el ejército Francés en la Batalla del Marne en septiembre de 1914, momento a partir del cual se estabilizan los frentes y se inicia la guerra de trincheras.
          Por otra parte, en el frente oriental, tras un avance ruso inicial, los alemanes se imponen en la batalla de Tannenberg (agosto de 1914), y llegan a arrebatar una amplia extensión de terreno a los rusos.
          Japón entraría en guerra el 20 de agosto con la anexión de Tsingao (territorio alemán en China),  quedando después, prácticamente ajeno al desarrollo de la guerra. Turquía entraría en guerra en noviembre.

-                La guerra de posiciones.

Los ejércitos habían quedado bloqueados y se vieron sometidos a una guerra de desgaste. En las trincheras los combatientes sufrieron grandes penalidades y pérdidas. Buen ejemplo de ello fueron las Batallas de Verdun y Somme.
Los dos bandos trataron de buscar nuevos aliados. Japón, Grecia, Rumania, Portugal e Italia se inclinaron por la Entente, mientras Bulgaria y el Imperio turco se decantaron por Alemania y Austria-Hungría.
En abril de 1915, los alemanes utilizaron en Ypres (Bélgica) los gases tóxicos por vez primera.  

Reino Unido bloqueó los mares, ante lo que Alemania desplegó una poderosa flota submarina. Uno de esos submarinos provocaría el hundimiento del Lusitania, que haría a los EE.UU. plantearse la intervención.
En el frente oriental, Alemania ocuparía el territorio de la Polonia rusa y Lituania. Austria-Hungría conquista Serbia y recupera Galitzia, Bulgaria entra en guerra junto a las potencias centrales en octubre de 1915, mientras que Rumania se une en 1916 a la Triple Entente  siendo rápidamente derrotada, y se produce el desembarco francés en Grecia.
Los británicos iniciarían su avance desde Egipto, capturando Palestina, pero el desembarco en Gallipoli de tropas británicas sería un gran fracaso.


-                1917 - 1918. Crisis definitiva y desenlace

En 1917, ante las enormes pérdidas que estaba provocando la guerra en todos los sentidos, y la toma de conciencia de que no era un conflicto que se fuese a resolver en poco tiempo, empezaría a cundir el desánimo general y la desesperanza. Se produjeron oleadas de huelgas, motines, deserciones, y por encima de todo, dos hechos clave que marcarían el rumbo de la guerra: la Revolución soviética (febrero-octubre de 1917), que llevaría a Rusia a firmar el armisticio en diciembre; y la decisión de Estados Unidos de entrar en la Guerra en abril de 1917. 

Al abandonar Rusia la guerra, cediendo además una serie de territorios a las potencias centrales (Tratado de Brest-Litovsk, enero de 1918), Alemania pudo concentrar todas sus tropas y esfuerzos en el frente occidental, donde, en verano de 1818, realizaría sus últimas acometidas a la desesperada. Pero la llegada masiva de tropas americanas propiciaría la contraofensiva de los aliados entre julio y septiembre, al mando de Foch. El 3 de noviembre Austria-Hungría firmaría el armisticio. Poco después, una revolución en Alemania provoca la abdicación del Kaiser, que huye a Holanda, y se proclama la República de Weimar el 9 noviembre. Dos días más tarde, Alemania firmaría el Armisticio.

1.2.3.   Los tratados de paz

Dirigidos por el comité de los cuatro (el presidente estadounidense Wilson, el Premier británico Lloyd George, el primer ministro francés Clemenceau y Orlando, jefe del ejecutivo italiano), los representantes de los países vencedores se reunieron en París el 18 de enero de 1919 para negociar los acuerdos de paz, que prácticamente les fueron impuestos a los derrotados. Alemania firmaría el 29 de junio de 1919 tras ser incluso amenazada con la invasión total del país, un tratado que le imponía durísimas sanciones económicas y pérdidas territoriales. Se firmarían diversos tratados de paz con cada uno de los países que habían tomado parte en el conflicto del lado de las potencias centrales: con Alemania se firmó el tratado de Versalles, el de Saint-Germain con Austria, con Bulgaria el tratado de Neuilly,  el tratado de Trianon con Hungría, y los tratados de Sèvres y de Lausana con Turquía.


1.3.4.   Las consecuencias de la guerra

Tras la I Guerra Mundial el mundo no volvería a ser el mismo. Se habían producido alrededor de diez millones de muertos, y millones de personas quedaron mutiladas, heridas, huérfanas o viudas. A ello cabría añadir la destrucción material que sufriría especialmente Europa: destrucción de infraestructuras, viviendas, cultivos, fábricas, etc., que unida al endeudamiento de los países enfrentados, dio lugar a una profunda crisis de posguerra.

Estados Unidos, que no había sufrido el conflicto en su territorio, no tuvo que afrontar ningún proceso de reconstrucción y a penas sufriría pérdidas humanas civiles. La victoria, en tal situación, la posicionaría como primera potencia económica mundial. 
La lucha por la emancipación femenina se vería muy favorecida por la movilización de los varones para la guerra, puesto que muchos de los puestos de trabajo que entonces considerados tradicionalmente masculinos, pasarían a ocuparlos mujeres, y sería muy difícil, que estas cediesen en las libertades que habían ganado durante ese tiempo.
La revolución soviética y su triunfo alentarían las protestas y las reivindicaciones obreras en muchos países. El miedo a una nueva revolución comunista y el nacionalismo, junto con otros factores, contribuirían a crear el clima propicio para el surgimiento de los movimientos fascistas
Como consecuencia de los tratados de paz, el mapa de Europa cambiaría drásticamente, con la desaparición de los imperios alemán, austro-húngaro y otomano, y la aparición de nuevas naciones, como  Checoslovaquia, Yugoslavia, Austria, Hungría,  Finlandia, Letonia, Estonia, Lituania o Polonia, resultado de la desaparición de los imperios y de la cesión de territorios de Rusia en el Tratado de Brest-Litovsk.



2.         Nacionalismo e Imperialismo en los libros de texto

Para la realización de este trabajo se han comparado principalmente dos libros de texto de Ciencias Sociales de 4º de la E.S.O. de las editoriales Akal y SM, de los años 2012 y 2011 respectivamente.

2.1. Presentación de los contenidos conceptuales

El libro de ciencias sociales de 4º de la E.S.O. de Akal está dividido en tres volúmenes, cada uno de los cuales contiene en sus últimas páginas un índice de biografías y vocabulario. Cada tema contiene 24 ejercicios a lo largo de la explicación y dos páginas finales de ejercicios de práctica de competencias.
Se aborda el tema de los nacionalismos en un único tema titulado Naciones y Nacionalismo, desarrollando al principio del tema, a lo largo de un total de cuatro páginas la cuestión de la unificación de Italia y Alemania, sin aportar unas breves nociones de lo que es el nacionalismo ni una introducción sobre sus bases ideológicas. Tras ello, el resto del tema es dedicado a las naciones de la Europa liberal, los imperios autocráticos, el desarrollo de Estados Unidos y finalmente se dedican las 6 páginas finales del tema a la España liberal
Colonialismo e imperialismo son tratados en un tema específico, a lo largo de catorce páginas a las que se añaden dos más de ejercicios. Cuatro de las páginas del tema se dedican a la pérdida de las colonias españolas. El tema se estructura exponiendo en primer lugar las causas del colonialismo y pasa después a hablar de la colonización de África y de Asia, los grandes imperios coloniales, las formas de conquista, dominio y explotación de las colonias, y las consecuencias de la colonización
La guerra mundial es desarrollada en otro tema a lo largo de catorce páginas y dos más de ejercicios, tratándose las causas de la guerra, su desarrollo entre 1914 y 1916, el período de crisis bélica y el final de la guerra, la sociedad en el período de guerra, sus consecuencias y los tratados de paz, así como el nuevo mapa mundial.
Sin duda lo más destacable de este libro de texto es el que presenta un nivel de contenidos conceptuales bastante aceptable, con información bastante completa, aunque puede en ocasiones resultar redundante o presentar una distribución del contenido algo confusa, y se concede, en mi opinión, excesiva importancia a la historia de España. A la información del texto, se añade la recomendación de una serie de sitios web que el estudiante puede visitar para completar la información del libro o donde puede encontrar esquemas y otros recursos para estudiar los contenidos de la unidad. De especial interés resultan también algunas de las actividades propuestas en el apartado de práctica de competencias.

El libro de texto editado por SM es a la vez un cuaderno de ejercicios, en el que el que los contenidos conceptuales ocupan considerablemente poco espacio, dedicado en su mayor parte a los ejercicios, que pueden ser realizados en el mismo libro. Al final de cada tema, se dedican dos páginas al comentario de algún texto y a la práctica de competencias.
El nacionalismo es tratado junto a las naciones liberales en el tema “Liberalismo y Nacionalismo”, que comienza viajando hacia atrás al siglo XVIII para tratar la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. Después habla también del Imperio napoleónico y de la Restauración, y finalmente pasa a tratar en dos páginas el liberalismo y el nacionalismo, y el mismo número de páginas dedica a las unificaciones de Italia y Alemania (una página cada una). Trata también, al final del tema, el arte del Romanticismo y del Realismo, en dos páginas.
Imperialismo y Primera Guerra Mundial son abordados en un mismo tema, en que se tratan las causas del imperialismo,  tipos de colonias, e imperios coloniales en cuatro páginas, y en seis páginas el camino hacia la guerra, las causas de la misma y la evolución del conflicto, el final de la guerra y los tratados de paz. Dos páginas más se le dedican al arte de finales del siglo XIX.
En el libro de texto de SM analizado para este trabajo, lo más destacable es probablemente la abundancia de ejercicios en detrimento de los contenidos conceptuales, que se ven muy reducidos, y sometidos a una excesiva sintetización, que llega a resultar desorientadora, al encontrarnos en ocasiones con simples esquemas de contenidos que no favorecen el aprendizaje significativo. Los ejercicios, por su parte, aunque pueden resultar útiles para asimilar los contenidos, no suponen más que una recapitulación de los mismos, resultando muchos de ellos demasiado mecánicos y prescindibles.
En general, en ambos casos, se aprecia, como es común en los libros de texto, una tendencia a la generalización, a la imprecisión cronológica y a la presentación de contenidos sin establecer relaciones entre conceptos. Se echan de menos actividades que desarrollen el pensamiento autónomo y crítico del estudiante, así como el trabajo creativo.
El empleo de los mapas, aunque correcto, resulta claramente insuficiente, especialmente cuando se trata de exponer hechos históricos en los que es importante apreciar visualmente la evolución de los acontecimientos que se relatan en el texto, como es el caso de la I Guerra Mundial, o las unificaciones de Italia y Alemania.
En referencia a cuestiones más específicas, cabe resaltar que ambos libros ignoran el origen del Nacionalismo y no tratan su relación con el pensamiento romántico. Además, el hecho de  exponer los nacionalismos junto a la evolución de las naciones liberales y otros estados de Europa, puede llevar a confusión a los estudiantes, y a que estos no puedan apreciar correctamente las implicaciones del nacionalismo y la repercusión de la ideología que lo fundamentaba en numerosos sucesos a lo largo del siglo XX. Y en efecto, quedan al margen otros movimientos independentistas avivados por el nacionalismo, que se sucederían en el mismo siglo XIX, como sería el caso del los nacionalismos dentro del Imperio Austro-Húngaro o el Imperio Turco.



2.2. Propuestas de modificación
§  Generales
    Distribución de los temas en tres unidades distintas.
    Definición de conceptos en la misma página del texto donde aparecen.
    Mayor insistencia en el empleo de mapas.
    Realización de más análisis y comentarios de texto.
    Mayor precisión cronológica.

§  Por temas

    Nacionalismo
          Definición del concepto y exponer su relación con el Romanticismo
          Uso de mapas de distribución étnica en Europa.
          Insistir en la importancia los movimientos culturales  para la expansión del Nacionalismo.
          Comenzar con la independencia griega (1828), que tendría gran impacto en Europa.
          Unidad de Italia
o  Risorgimento (al menos mencionarlo) y Mazzini.
o  Giuseppe Verdi
o  Destacar intereses económicos del Piamonte.
     Unidad de Alemania
o  Muy importante relación con Romanticismo alemán.
»   Johann Gottlieb Fichte (hablar de sus Discursos a la nación alemana, 1807-1808)
»   Richard Wagner
o  Motivos económicos (problemas causados por la división en 39 estados).
o Bismarck. Conceder más relevancia a su papel  y a sus estrategias diplomáticas y de manipulación.
     Otros nacionalismos
o  Imperio Austríaco: nacimiento del Imperio Austro-Húngaro (1867)
o Imperio Turco: Independencia o concesión de autonomía a naciones como  Grecia (1821), Serbia (1830), Rumanía (1877) o Bulgaria (1878).
o  Lucha de los polacos contra dominio ruso.

    Imperialismo
          Definir con exactitud lo que se entiende por Imperialismo en el siglo XIX.
          Destacar la importancia del desarrollo de la electricidad, las comunicaciones y el transporte.
          Uso de numerosos mapas, que muestren diversas etapas del avance de las naciones colonizadoras.
          Mencionar al menos la existencia de posturas anticolonialistas en la época.

    Primera Guerra Mundial
     Añadir factores que caracterizarán la I Guerra Mundial
o Las potencias centrales tenían menos habitantes pero su posición geográfica les permitía enviar divisiones donde fuera necesario
o Nuevas armas: ametralladora, lanzallamas, gases, cañón, aviones, tanque, submarinos…
o Planteamientos estratégicos basados en modelos del siglo XIX.
o La velocidad de desplazamiento será un punto clave. Transporte mecanizado frente a caballería rusa.
o Aparición de la lucha de trincheras
o Propaganda, guerra moral.

          Importancia de la incorporación de la mujer a puestos de trabajo tradicionalmente masculinos.
          Especificación de las condiciones impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles.


Recursos

§  Mapas que ilustren la sucesión de acontecimientos, interactivos, virtuales…
§  Textos para leer y comentar
    Nacionalismo
     Fitche: Fragmento de Discursos a la Nación Alemana.
     Fragmento de Sobre la unidad de Italia, de Mazzini.
     Mazzini. “Italia, Austria y el Papa”.
    Imperialismo
     Comentario de dos textos: Fragmento del discurso de Jules Ferry  a la cámara de Diputados  en julio de 1885 y fragmento de la réplica de Georges Clemenceau (julio de 1885).
     Fragmentos de la Conferencia de Berlín, 1885.
    I Guerra Mundial
     Ernst Jünger, Tempestades de acero, 1920, (texto en el que describe las trincheras).
      “Entrevista a un suboficial francés”, El Radical, 4 de Marzo de 1916 (vivencias de la batalla de Verdún)
     Artículo publicado en Die Post, diario pangermanista, el 24 de febrero de 1914. (ofrece argumentos pro belicistas)

§  Películas y documentales (sólo fragmentos)
                Nacionalismo
Documental: Bismarck, canciller y demonio, canal Historia, 2007
                Imperialismo
               Zulú, Cy Endfield, 1963. 
               La guerra del opio, Xie Jin, 1998. ,
                I Guerra Mundial
               Senderos de gloria, Stanley Kubrick, 1957
               Gallipoli, Peter Weir, 1981




BIBLIOGRAFÍA
     
ARTOLA, Miguel y PÉREZ LEDESMA, Manuel, Contemporánea. La historia desde 1776, Alianza Editorial, Madrid, 2005.
COPLESTON, Frederick, Historia de la Filosofía. De Fichte a Nietzsche, vol. 7, Ariel, Barcelona, 1978.
KINDER, Hermann,  Atlas histórico mundial II. De la Revolución Fracesa a nuestros días, Istmo, Madrid, 1971.


-      Libros de texto

DE LA MATA CARRASCO, A., AGULLÓ TOLEDO, E., Cuaderno de Ciencias Sociales. Historia, 4º ESO, Ediciones SM, Madrid, 2011.
AYUSO, F., HERNÁNDEZ, J.A., REQUERO, M., TORNAMIRA, L., CC. Sociales geografía e Historia 4º E.S.O., Akal, Madrid, 2012.