MESOPOTAMIA
Innovaciones técnicas, culturales y
artísticas
Izpia Batres Cuevas
Mesopotamia en los libros de texto
Para este trabajo se han
consultado dos libros de texto de Edelvives de diferentes ediciones [Castiñeira
Morales R., 2002 y Granda Gallego, C., 2010] y un libro de Anaya [Burgos, M.,
2007].
La historia de las
primeras grandes civilizaciones nacidas en Mesopotamia suele tratarse en los
libros de texto con la dedicación de entre tres y cuatro páginas, a lo que
cabría añadir, en ocasiones, una breve introducción de una página, que no
siempre aparece, en la que se trata de las civilizaciones fluviales. Los
contenidos se presentan, por una parte, en un cuerpo de texto principal, al que
se añade información complementaria en apartados especiales o acompañando
ilustraciones; por otra parte, encontramos las actividades complementarias a
las que ocasionalmente acompañan textos que aportan más información.
•
Situación
geográfica y cronología
En
primer lugar, en todos los casos estudiados, se empieza haciendo referencia al
marco geográfico, tomando como punto de partida el propio significado de la
palabra “Mesopotamia” (Μεσοποταμία),
entre ríos, los ríos Tigris y Éufrates, de los que se resalta su importancia y
la de sus crecidas para la irrigación de un suelo cuya fertilidad resultaría
fundamental para el asentamiento de numerosos pueblos en el denominado Creciente Fértil.
Asimismo
se ofrece un panorama cronológico bastante generalista, optándose comúnmente
por presentar a los diferentes pueblos
que ejercieron su dominio en el territorio como si se hubiesen sucedido
unos a otros, sin tener en consideración
períodos intermedios, de coexistencia, así como las etapas de decadencia o los
renacimientos. Se hace mención tan sólo de los cuatro pueblos más destacados: sumerios,
acadios, babilonios y asirios, aportando en cada caso muy breves referencias de
los hitos más relevantes.
•
Política
Respecto
a la política, se limitan a anotar los rasgos más superficiales, destacando tan sólo que en un principio, entre
los sumerios el poder se concentraba en manos de príncipes-sacerdote o patesi, que gobernaban ciudades independientes
desde los templos. Mientras que, posteriormente, pasaría a estar en manos de
reyes de imperios que gobernaban desde sus palacios. No se especifica en ningún
caso la organización de gobierno.
•
Sociedad
(estratificada)
Sin
hacer distinciones entre los diferentes pueblos o grupos étnicos que habitaron
y dominaron Mesopotamia, se nos presenta una sociedad estratificada en la que
se distinguen tres grupos principales, en la que el rey y su familia se
encontraban por encima de todo, seguidos de poderosos e influyentes sacerdotes
y altos funcionarios. Un segundo grupo lo formarían los comerciantes y
funcionarios de menor rango, y en un estrato inferior los campesinos, artesanos
y esclavos.
Las
relaciones sociales se regulaban mediante códigos de leyes, de los que siempre
se destaca el de Hammurabi.
•
Economía
Se
señala en todo caso la agricultura como base fundamental de la economía en
Mesopotamia, se ofrece una relación de los productos más cultivados y su uso, y
se señala asimismo la ganadería, la artesanía y el comercio como actividades
fundamentales, aunque no se
especifica con qué tipo de productos se
comerciaba ni las relaciones comerciales establecidas con otras civilizaciones
como la egipcia.
•
Legado
y manifestaciones culturales
Se
suele destacar aportaciones de las culturas mesopotámicas como la escritura, el
arado o la rueda, así como la creación de un calendario y el desarrollo de las
ciencias y las matemáticas.
En
lo que respecta a la escritura cuneiforme, se exponen brevemente las razones de
su aparición, y se ofrecen pinceladas sobre la técnica empleada y su evolución.
En ocasiones se cita alguna creación literaria, como el poema de Gilgamesh.
-
Arte
En
lo que respecta a las manifestaciones artísticas, únicamente se tratan la
arquitectura y la escultura.
En cuanto a la arquitectura, tan solo se hace
referencia a los materiales más comúnmente empleados, como el adobe y el
ladrillo de barro cocido y los tipos de edificios más importantes, entre los que
siempre se cita, por supuesto, el zigurat, poniendo como ejemplo a los de Ur o
Babilonia, así como la edificación de grandes palacios. También se indica el
uso pionero del arco y de la bóveda para el cerramiento de espacios.
Respecto
a la escultura, se pone un énfasis especial en el relieve, dentro del que se
señalan los ejemplos encontrados en palacios como el de Dur Sharrukin o los
célebres toros alados con cabeza humana que flanqueaban las puertas de murallas
y palacios. En cuanto a la escultura de bulto, se destacan en especial las
efigies de Gudea.
•
Religión
Finalmente, en cuanto a
los aspectos religiosos, se empieza siempre señalando el politeísmo, siendo
mencionado un reducido número de dioses, como Marduk o Ishtar, sin hacer
ninguna referencia a los diferentes nombres que estos recibían según el pueblo que
les ofreciese culto. Algunos libros también señalan la concepción pesimista de
la vida de ultratumba.
Propuestas de complemento o
modificación
Indicaciones
generales
Las apreciaciones
críticas que expongo a continuación se centran en el tratamiento general que de
la historia de las civilizaciones mesopotámicas realizan los libros de texto,
pero sería posible aplicarlas también a numerosas cuestiones históricas
tratadas en los libros de texto.
- Evitar la generalización.
- Se percibe en general en los libros de texto una tendencia hacia una excesiva generalización, es decir, a aplicar los mismos conceptos y órdenes a todos los pueblos que se asentaron en Mesopotamia. Ello podría dar pie a suponer que todos compartían identidad cultural, las mismas costumbres y leyes, o que habrían tenido la misma lengua y estructuras sociales y económicas, etc.
•
Señalar
la importancia de las fuentes y los hallazgos arqueológicos.
Existe
una tendencia general en los libros de texto a presentar la información sin hacer referencia a aquello que nos permite
conocer lo que se les está ofreciendo como materia de estudio, a las fuentes,
como hallazgos arqueológicos o fuentes escritas de las culturas implicadas u
otras que establecieron contacto con ellas o las estudiaron. Debería, en mi
opinión, aportarse al menos una idea de en qué momento se comenzó la
prospección arqueológica sistemática en Mesopotamia en el siglo XIX y de otras
fuentes de la antigüedad imprescindibles para la historiografía.
•
Mayor
rigor en las dataciones y cronologías.
Es
necesario, en mi opinión, cuidar los errores de datación, bastante frecuentes,
empleando bibliografía lo suficientemente actualizada, para evitar incongruencias.
No
se debe temer la inclusión de ejes cronológicos, aunque tienda a pensarse que
para esta época en concreto podrían resultar de difícil comprensión, siempre
ilustran con mayor claridad la compleja historia mesopotámica marcada por la
coexistencia y sucesión de pueblos dominantes, y permiten comprender que no se
puede tratar la historia de cada pueblo de forma lineal sin tener en cuenta los
periodos de decadencia y renacimiento por los que pasan, como es el caso del
Imperio Asirio, que tuvo hasta tres etapas distintas de esplendor.
Por
otra parte, apenas se ofrecen fechas para
la mayoría de las imágenes que ilustran las lecciones, que muestran ejemplos de
de restos materiales, como tampoco el lugar del hallazgo ni el sitio de
conservación, y se datan pocos de los hitos que se destacan. Sin que sea
necesario que conozcan todas las fechas, siempre es conveniente, en mi opinión,
establecer una serie de referencias
cronológicas imprescindibles.
•
Evitar
afirmaciones categóricas.
Se
tiende a realizar afirmaciones rotundas respecto a hechos que no son fáciles de
probar de forma científica. Por ejemplo, que los mesopotámicos inventaron el
arco y la bóveda, lo que se debería explicar insistiendo en el valor todavía
hipotético de esta afirmación.
•
Explicación
de vocabulario y relación de conceptos
Aunque
en algunos libros de texto es habitual, no todos ellos incluyen apartados de
vocabulario. Considero necesaria la incorporación de glosarios al margen y el
uso de ejemplos ilustrativos.
En general se da por hecho que el alumno es
capaz de establecer por sí mismo relaciones de causa y efecto y conectar unas
ideas con otras. Por ejemplo, las múltiples razones por las que se produce la
aparición de numerosos asentamientos en esta zona [LIVERANI, M., 1995,
pp. 42-49], cómo
se originan las crecidas de los ríos, por qué se desarrolla la agricultura o por
qué el surgimiento y el crecimiento de las ciudades favorece la aparición de la
escritura.
Apreciaciones particulares
•
Asentamientos
neolíticos
En
primer lugar, considero que se debería Incluir algo de información sobre los asentamientos
neolíticos mesopotámicos, para enlazar con el tema anterior de la Prehistoria.
Se trata de mencionarlos al menos, sin que sea obligatorio que los aprendan (Mulefaat,
Nemrik, Magzalia, 9000-7000 a.C.). También del calcolítico (Culturas Halaf y de Hassuna/Samarra, Tell
as-Sawwan, El Obeid, Tepe Gawra o Eridu, 5800-2900ª.C.)
[LARA PEINADO, F.,
2011, p. 22].
•
Variaciones
geográficas
Se
debería indicar, sin extenderse demasiado, que aunque desde hace 10.000 años el
clima de Oriente Próximo ha sido semejante al actual, sí se han producido
cambios en el paisaje, debidos en gran parte a la acción humana [LIVERANI,
M., 1995, pp. 41-42], así como
que en la antigüedad, Tigris y Éufrates no se unían antes de desembocar, como
en la actualidad, pues la costa ha ganado terreno al mar. [LARA PEINADO, F., 2002, p. 19].
•
Más referencias de los pueblos
principales y de otros que cohabitaron en Mesopotamia
En
cuanto a las diferentes civilizaciones que florecieron, se ofrece una relación
muy sintética y convencional, se dan los nombres de los cuatro grandes pueblos
que dominaron, pero no se habla de su procedencia, ni de otros pueblos que
cohabitaron y con los que establecieron relación en el territorio. Se debería
mencionar al menos los cuatro grandes grupos étnicos: semitas, indoeuropeos,
los llamados asiánicos y los sumerios, cuyo origen se desconoce aún, y nombrar
los pueblos más importantes que pertenecieron a cada una [LARA PEINADO, F., 2002, p. 20].
•
Contacto
con otras civilizaciones
Se
pasa por alto o se obvia la importancia del contacto con otras civilizaciones, en regiones
circundantes de Oriente Próximo y Medio [ROUX, G., 1987, pp. 28-32]. Es necesario al menos hacer
referencia a las relaciones económicas de los pueblos mesopotámicos con Egipto.
•
Nombres
originales (topónimos, deidades, personajes, etc.)
En
los libros de texto se tiende a mezclar los nombres modernos y originales de los
asentamientos que en la actualidad reciben otro nombre. Por ejemplo, se
refieren a Khorsabad y no a Dur Sharrikin. Es importante también señalar que la
denominación “Mesopotamia” es de origen griego, y que empiecen a comprender que
la mayoría de denominaciones que se han usado en la historiografía de las
civilizaciones del Próximo Oriente son de origen griego, o adaptación griega de
topónimos originales. Se podría añadir además, como curiosidad, que los
paleobabilonios la denominaban mat biriti
(país del medio) [LARA PEINADO, F., 2011, p. 19].
También sucede con los dioses, de los que se
da sólo una denominación. Aunque no se especifiquen todas las que tuvieron
según el pueblo, sí al menos debería comentarse que no se recibieron el mismo
nombre en todas las civilizaciones.
•
Mayor énfasis en legado cultural y
artístico.
Es fundamental, además de unos de los objetivos según
el título del epígrafe en el currículo oficial, hacer hincapié en las
innovaciones, en las grandes aportaciones de las civilizaciones mesopotámicas, intención
que suele quedar algo desdibujada.
En cuanto a la escritura, sí se le concede, en
general, su justo valor, pero no estaría de más señalar las creaciones
literarias más destacadas, que además han servido de fundamento mítico para los
textos sagrados de religiones actuales, como es el caso de la historia del
diluvio, que se repite en numerosos textos mesopotámicos, como el Poema de Gilgamesh, que sí es mencionado
a veces, pero sería interesante también hablar de la Lista Real Sumeria, el Diluvio
Sumerio, la Epopeya de Atrakhasis y otros textos como el Enuma
Elish [LARA PEINADO, F., 2002, p. 25]. Sería interesante también hacer referencia a una de
las primeras grandes bibliotecas de la historia, la biblioteca de Nínive.
Pero también habría que poner más énfasis en el desarrollo
de la tecnología, la ciencia, el pensamiento, de saberes que serían proyectados
al mundo grecorromano. La evolución tecnológica que tendría lugar durante la
llamada “revolución neolítica”, sería crucial para el aumento de la población y
la aparición de asentamientos que llegaran a dar lugar a las ciudades. [LIVERANI, M., 1995, pp. 49-53].
Las escuelas, y centros de estudios, de los que tenemos noticia ya desde h.
3000 a.C., permitieron la difusión y el perfeccionamiento de numerosos saberes [LARA PEINADO, F., 1989, pp.
150-152].
El urbanismo también tiende a ser olvidado y es
necesario recordar que en Oriente Próximo aparecen las primeras ciudades, y que
de las civilizaciones mesopotámicas nos han llegado algunos de los primeros
ejemplos de mapas, como el plano de un asentamiento agrícola encontrado en Nuzi,
(c.2300 a.C.) o el de la ciudad de Nuppur (c.1500 a.C.) [LIVERANI, M., 1995, pp. 39-41].
También se suele olvidar que existieron otras
codificaciones de leyes anteriores a la de Hammurabi y que con los sumerios
nace la Historia del Derecho, pudiendo destacarse las reformas de Entemena de
Lagash, las de Gudea y el código de Ur-Namma [LARA PEINADO, F., 2011, p. 29].
En
lo que se refiere a las manifestaciones artísticas, de la pintura no se dice
nada, bien es cierto que no nos han llegado apenas restos, pero al menos
merecería la pena hablar de las pinturas murales del palacio de Mari (comienzos
II milenio a.C.) o las del salón de Dur Sharrukin (706 a.C.) [LARA PEINADO, F., 1999, pp. 12-13 y
150].
•
¿Por
qué comprendemos la escritura cuneiforme?
Es
importante saber qué recursos nos
permiten descifrar una escritura. En el caso de la escritura cuneiforme, sería
necesario señalar la importancia de fuentes escritas persas multilingües que
nos han dado las claves, como la inscripción que Darío I (522-486 a.C.) ordeno
realizar en una pared rocosa en Behistun, en elamita, antiguo persa y babilonio
[LARA PEINADO, F., 2011, pp.
378-389].
•
Ofrecer
bibliografía especializada
Es
conveniente que sepan de dónde
proviene lo que están estudiando, que se familiaricen, que entiendan que hay
más recursos para investigar y que no es
en internet donde encontrarán la información más fiable. No se trata de
obligarles a manejar esa bibliografía, sino simplemente de ofrecérsela para que
conozcan las posibilidades que existen.
BIBLIOGRAFÍA
BURGOS, M., y MUÑOZ-DELGADO,
M.C., Ciencias Sociales: Geografía e
Historia, 1º E.S.O., Anaya, 2007.
CASTIÑEIRA MORALES R., y
LÓPEZ PARRA, C., Ciencias Sociales, 1º
E.S.O., Edelvives, 2002.
GRANDA GALLEGO, C., y
NÚÑEZ HERAS, R., Ciencias Sociales, 1º
E.S.O., Edelvives, 2010.
LARA PEINADO, Federico., La Civilización Sumeria, Historia 16, Madrid, 1989.
- El Arte de Mesopotamia,
Historia del Arte, Historia 16, Madrid, 1999,
-
Mesopotamia,
Arlanza Ediciones, Madrid, 2002.
- Textos para la historia de Próximo
Oriente Antiguo, Cátedra, Madrid, 2011.
LIVERANI, Mario, El Antiguo
Oriente. Historia, sociedad y economía, Crítica, Barcelona, 1995.
ROUX, Georges., Mesopotamia. Historia política,
económica y cultural, Akal, Madrid, 1987.